Uruguay

La alegría del carnaval

El carnaval es el mayor festejo popular de nuestro país, dura 40 días y es el más largo del mundo. Muchos uruguayos participan de esta fiesta a través de los tablados, los desfiles, las Llamadas, los disfraces y los bailes barriales.

El Desfile Inaugural da comienzo oficialmente al carnaval, se realiza cada año en la Avda. 18 de Julio en Montevideo a fines de enero o principio de febrero.

El desfile es encabezado por los carros alegóricos, carrozas adornadas de grandes dimensiones construidas especialmente para la ocasión que llevan las Reinas del Carnaval, de las Llamadas y de Escuelas de Samba.

Los cabezudos, muñecos con enormes cabezas van bailando en sus zancos por la avenida.Â

Luego desfilan las agrupaciones que participan por premios y menciones en el Concurso Oficial. El Concurso se lleva a cabo en el Teatro de Verano Ramón Collazo, éste tiene un gran escenario techado que la gente aprecia desde las gradas al aire libre.

Días después del Desfile Inaugural, se realizan las Llamadas en los barrios Sur y Palermo, la máxima fiesta de los afrodescendientes uruguayos, pero en la que hoy en día conviven las distintas razas.

En las Llamadas básicamente desfilan las comparsas de Negros y Lubolos.

También se realizan los corsos barriales. En la calle principal del barrio se corta el tránsito de vehículos y los vecinos salen de sus casas para ver pasar las carrozas, los tambores yÂ bailarines. Los niños se ponen caretas, tiran papelitos, bailan y se disfrazan.

Las agrupaciones carnavalescas que participan del concurso se agrupan en distintas categorías.

La murga, de origen español, es la categoría más representativa de nuestro carnaval. Su canto, mezcla de poesía y humor, refleja las críticas sociales identificándose con el pueblo.

Emplean el bombo, el platillo y el redoblante como base instrumental de sus canciones.
Los murguistas usan trajes coloridos y brillosos, y se ponen sombreros de distintas formas.

Los atuendos de las murgas tradicionales son pomposos, recargados y resultan calurosos por el calor de febrero y las luces del escenario. Con el tiempo, los trajes han seguido siendo elaborados pero a menudo gozan de más sencillez.

Los conjuntos cambian o reciclan su indumentaria todos los años. Se pintan la cara de colores y se ponen brillantina.

Los Negros y Lubolos conforman otra categoría muy importante. Cuentan historias a través del Candombe, ritmo de origen africano traído a nuestras tierras por los esclavos, hoy en día representativo de nuestra propia cultura.

Este ritmo surge de la combinación de tres tambores: el piano (es el tambor más grave, materialmente muy ancho y pesado); el chico (es el que tiene el sonido más agudo y como lo indica su nombre es el más pequeño); y el repique, (que estaría en el medio por tamaño y altura sonora).

Los Lubolos tienen su vestimenta y personajes característicos. El gramillero, siempre de barba, galera y bastón. La Mama Vieja lleva un vestido blanco acampanado, pañuelo yÂ abanico; y El Escobero, va haciendo malabares con la escoba.

El personaje de la Vedette, es relativamente nuevo, pero fundamentalÂ en estas agrupaciones. Llevan grandes y coloridas plumas en la cabeza y bailan alegremente al sonar de los tambores el candombe, mostrando la voluptuosidad de sus curvas.Â

Las restantes categorías las constituyen los Humoristas, Parodistas y Revistas. Los primeros transmiten cuentos a través de la actuación y el humor, los segundos recrean historias con un mayor componente dramático y hacen énfasis en el canto y el baile. Y las últimas realizanÂ musicales, historias contadas casi exclusivamente a través de la danza y canto, es la categoría que cuenta con la mayor cantidad de mujeres.

Estas categorías visten y se maquillan de acuerdo a la historia o parodia contada, y en el caso de la Revista al ritmo que se baile o entone.

Todas las agrupaciones preparan su actuación y ensayan vigorosamente, bajo el ala de Dios Momo, el dios del carnaval, para brindar a la gente su mejor espectáculo.

¿Alguna vez te preguntaste por qué los días de carnaval no son siempre los mismo? ¿Será que quienes hacen los almanaques los marcan al azar?

Vamos a contarte brevemente cómo se calcula esta fecha, que ya muchos pueblos celebraban en honor a sus dioses, antes del cristianismo. Lo primero que se fija cada año es el domingo de Pascua, según reglas bastante complejas. El período anterior a la Pascua es el Cuaresma, y empieza con el miércoles de ceniza, que recibe ese nombre porque la Iglesia Católica de los primeros siglos, el obispo cubría con ceniza las cabezas de quienes iban a hacer penitencia.

Para calcular cuándo es el miércoles de ceniza se deben contar 46 días atrás a partir del domingo de Pascua. Carnaval se festeja los tres días anteriores al miércoles de cenizas y por eso aunque la fecha y hasta el mes pueden cambiar, los días son siempre los mismos: domingo, lunes y martes.

Originariamente, estos días se llamaron carnestolendas. Este término deriva del latín y significa “que se ha dejado la carne”, ya que son días inmediatamente anteriores a la Cuaresma, época en la que los cristianos no comen carne.

El nombre de carnaval surgió después y para algunos autores podría derivar de “carrusnavalis”, nombre que se daba a un vehículo con ruedas y en forma de barca, muy común en estas fiestas, antes de nuestra era.

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